TERAPIA SEXUAL

A lo largo de nuestra vida podemos encontrarnos con determinados problemas sexuales que nos afectan tanto a nivel personal como en la relación de pareja. Estos problemas pueden tener consecuencias que afecten a nuestras relaciones y a la propia imagen que tenemos de nosotros mismos, es decir, a nuestra autoestima.


¿Qué es la terapia sexual y para qué sirve?

La terapia sexual es una especialidad en la que puedes abordar tus inquietudes sobre la sexualidad, los sentimientos sexuales y la intimidad, ya sea en una terapia individual o en una terapia de pareja. El objetivo siempre será trabajar sobre los problemas sexuales que se presenten, aunque sean de diferente intensidad, pueden ser consultas sobre temas relacionados con la sexualidad, hasta profundizar en trastornos o disfunciones sexuales.

La terapia sexual es eficaz y recomendada para personas de cualquier edad, sexo u orientación sexual.

Terapia sexual

¿Cuándo debemos acudir a terapia sexual?

Se recomienda comenzar una terapia sexual en el momento en el que se detecta de manera individual, o bien el otro miembro de la pareja, que tus relaciones sexuales no son satisfactorias.

Puede ser porque exista algún problema o trastorno sexual concreto, o bien porque sientes o ambos miembros de la pareja sienten algún malestar físico, emocional o ambos.


¿Cuáles son las causas de las disfunciones sexuales o trastornos sexuales?

Para realizar un correcto tratamiento tenemos que identificar y distinguir entre causas orgánicas y causas psicológicas, aunque en algunas ocasiones pueden darse ambas.

  • Las causas psicológicas normalmente son debidas al miedo, vergüenza, culpa, o presencia de traumas, pero también pueden deberse a problemas en la relación de pareja como falta de confianza o dificultades de comunicación.
  • Las causas orgánicas se deben a la presencia de enfermedades, deficiencias hormonales (déficit de testosterona, estrógeno o andrógenos), enfermedades congénitas, consumo de drogas y algunos fármacos psicoterapéuticos, o daños en el sistema nervioso.

¿Cuáles son las principales situaciones con las que trabajamos en la terapia sexual?

En terapia sexual se suelen presentar los siguientes problemas:


Eyaculación precoz:

Se trata de eyacular antes de lo que se desea, lo que genera un gran sentimiento de falta de control y de malestar.

Con el tratamiento en terapia sexual de la eyaculación precoz conseguiremos dos cosas: reducir la excesiva responsabilidad que asume el hombre para complacer sexualmente a su pareja y eliminar los métodos de distracción para prolongar la erección.


Eyaculación retardada:

Se denomina así a la dificultad para incitar la respuesta orgásmica masculina y ejecutar el reflejo de eyaculación.

Para el trabajo con la eyaculación retardada seguiremos dos caminos: uno para tratar la distracción y otro para el sobrecontrol. Ambos tratamientos incluyen el trabajo con el enfoque sensorial, por la ansiedad que se genera al no conseguir el orgasmo.


Disfunción eréctil:

Se trata de la incapacidad de lograr y mantener una erección del pene total o parcial durante el tiempo deseado para tener una relación sexual.

Para tratar la disfunción eréctil causada por factores psicológicos, se utiliza la psicoterapia sexual, donde la intervención va dirigida a disminuir la preocupación por la impotencia. Normalmente la impotencia se debe a la ansiedad relacionada con el acto sexual, por lo cual tanto con la terapia cognitivo-conductual como con la terapia centrada en soluciones se obtiene un gran éxito.


Bajo deseo sexual o inapetencia:

La ausencia o falta de deseo sexual o el bajo deseo sexual se refiere al bajo nivel de apetencia e interés sexual que se manifiesta a la hora de responder a diferentes estímulos eróticos.

Para el tratamiento se enseñarán las pautas del enfoque sensorial y se entrenará el método de autoplacer y la técnica de estimulación sensual con imaginación, que son técnicas cuyo objetivo consiste en que la pareja, comience a desarrollar y vuelva a cultivar la capacidad de excitarse.


Vaginismo o dolor en la penetración:

Por vaginismo se entiende la falta de habilidad para relajar la abertura de la vagina. El tratamiento de terapia sexual consistirá en técnicas de enfoque sensorial y técnicas cognitivas-conductuales como las técnicas de relajación o de modificación de pensamiento para aprender a controlar la ansiedad.


Anorgasmia:

La anorgasmia es la dificultad para alcanzar el orgasmo luego de una adecuada estimulación sexual.

El tratamiento para trabajar la anorgasmia se centrará en enseñar nuevas formas de comportamiento sexual, promoviendo actitudes para suplir las carencias que existan.

Es aconsejable que en el tratamiento también se implique la pareja como un elemento de apoyo y como forma de crecer juntos respecto a la sexualidad.