¿Hablar solo es normal? Qué significa y cuándo es una señal de bienestar

¿Hablar solo o sola es normal? ¿Te has sorprendido alguna vez hablando solo o sola en voz alta? No te preocupes, no estás perdiendo la cabeza. De hecho, podría ser una señal de inteligencia y autoconocimiento.

En este artículo te explicamos por qué lo hacemos, en qué situaciones es positivo y cómo utilizarlo a tu favor desde una perspectiva psicológica.

A raíz de una nueva intervención en el programa de Julia Otero y Roger de Grácia «Julia en la Onda» de ONDA CERO (audio que os enlazo al final del artículo).

Hablar solo: un hábito más común (y útil) de lo que pensamos

Todos lo hacemos. Mientras cocinamos, cuando cometemos un error, antes de una entrevista o incluso en medio de una caminata. Hablar solo o sola es un comportamiento cotidiano, aunque a menudo lo escondemos por miedo a parecer «raros».

Lejos de ser un signo de locura, hablar con uno o una misma es una forma de pensar en voz alta, de regular nuestras emociones y de organizar nuestras ideas. Y aunque nos parezca extraño, es un hábito natural desde la infancia.

El psicólogo Lev Vygotsky ya lo observó en los niños pequeños: el lenguaje privado, ese murmullo que guía sus acciones mientras juegan o resuelven un problema. Con el tiempo, ese lenguaje se vuelve interno, pero no desaparece.

¿Hablar solo es un signo de locura o inteligencia?

Una estrategia de autorregulación mental

Cuando nos hablamos a nosotros o nosotras mismas, estamos utilizando una estrategia psicológica conocida como autorregulación cognitiva y emocional. Es decir, nos ayudamos a pensar mejor y a calmarnos cuando lo necesitamos.

Por ejemplo:

  • Al decir en voz alta «tranquila, lo tienes todo controlado», estás reduciendo tu nivel de activación fisiológica.
  • Si enumeras en voz alta los pasos de una tarea compleja, estás facilitando tu memoria operativa.

Hablar solo o sola, en estos contextos, se asocia más a la eficiencia mental que a cualquier trastorno psicológico.

¿Y cuándo podría ser una señal de alerta?

Existen casos en los que hablar solo puede estar asociado a una patología, pero no por el hecho de hablar, sino por el contenido y el contexto. Cuando hay voces internas que se perciben como ajenas, alucinaciones auditivas o delirios, sí hablamos de síntomas clínicos, como en ciertos trastornos psicóticos. Pero eso no tiene nada que ver con hablarte a ti mismo de forma consciente y funcional.

Beneficios psicológicos de hablar solo

1. Mejora la concentración y el rendimiento

Un estudio publicado en The Quarterly Journal of Experimental Psychology (2012) mostró que hablarse a uno mismo mejora el rendimiento en tareas de búsqueda visual, como encontrar un objeto entre muchos. Al repetir en voz alta lo que buscas («las llaves, las llaves…»), el cerebro se enfoca mejor.

2. Ayuda a regular las emociones

Hablar en voz alta cuando estás estresado o nervioso puede actuar como una válvula de escape. Decirte frases como “esto es difícil, pero puedo con ello” ayuda a reducir la ansiedad y activar recursos de afrontamiento.

3. Refuerza la autoestima

Las verbalizaciones positivas son un potente refuerzo emocional. Decirte a ti mismo “me permito fallar”, “estoy aprendiendo”, o “soy capaz” fortalece tu autoestima y disminuye el diálogo interno negativo.

Cuándo y cómo hablar solo de forma constructiva

Situaciones en las que es beneficioso:

  • Antes de una presentación o entrevista de trabajo
  • Durante momentos de estrés o confusión
  • Al tomar decisiones importantes
  • Cuando cometemos errores y necesitamos consuelo

Ejemplos de frases positivas que puedes decirte:

  • “Estoy haciendo lo mejor que puedo con lo que tengo.”
  • “Puedo con esto, aunque tenga miedo.”
  • “Esto ya lo he superado antes, y puedo volver a hacerlo.”
  • “Cometer errores forma parte del proceso.”

Usar el lenguaje para cuidarnos es una habilidad emocional poderosa, y está al alcance de todos.

Conclusión: escúchate con amabilidad

Hablar solo no solo es normal, sino que puede ser una herramienta psicológica valiosa para el bienestar personal. Lejos de ser un signo de desequilibrio, puede ayudarnos a organizarnos, calmarnos y reforzar nuestra autoestima.

La próxima vez que te encuentres hablando solo, pregúntate: ¿me estoy ayudando o castigando con mis palabras? La clave está en usar ese diálogo para construir, no para juzgar.


Referencias:

  • Vygotsky, L. S. (1934). Pensamiento y lenguaje. Referencia PDF
  • Lupyan, G., & Swingley, D. (2012). Self-directed speech affects visual search performance. Quarterly Journal of Experimental Psychology, 65(6), 1068–1085. DOI:10.1080/17470218.2011.647039

Puedes escuchar el audio AQUÍ


Sobre el autor de este artículo

Javier Barreiro Santamarta es Licenciado en Psicología por la Universidad de Salamanca, Psicólogo General Sanitario en Salamanca colegiado nº CL-3735. Máster en Psicología Clínica cognitivo-conductual, Máster en Terapia Breve Centrada en Soluciones y Máster en Recursos Humanos.

Javier Barreiro

Javier Barreiro Santamarta es Licenciado en Psicología por la Universidad de Salamanca, Psicólogo General Sanitario en Salamanca colegiado nº CL-3735. Máster en Psicología Clínica cognitivo-conductual, Máster en Terapia Breve Centrada en Soluciones y Máster en Recursos Humanos.

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