Cuando el fuego deja huella: impacto psicológico de los incendios forestales

Cada verano, España se enfrenta a una realidad devastadora: los incendios forestales. Más allá de la pérdida de miles de hectáreas, fauna y patrimonio natural, las llamas dejan un rastro silencioso pero igual de destructivo: el daño psicológico y social que sufren las personas y comunidades afectadas.

El impacto emocional inmediato

Vivir un incendio o estar cerca de una zona afectada puede generar una respuesta de estrés agudo. El miedo a perder la vida, la incertidumbre sobre el paradero de seres queridos o el riesgo de perder el hogar activan mecanismos de alerta que disparan el cortisol y la adrenalina.

Las reacciones más frecuentes incluyen:

  • Ansiedad intensa y ataques de pánico.
  • Desorientación y sensación de irrealidad.
  • Irritabilidad y dificultad para dormir.

En muchos casos, estos síntomas disminuyen con el tiempo; sin embargo, en otras personas pueden evolucionar hacia trastornos de estrés postraumático (TEPT), especialmente si han presenciado escenas dramáticas o pérdidas significativas.

Consecuencias psicológicas a medio y largo plazo del impacto psicológico de los incendios forestales

Tras la fase inicial, el impacto emocional no desaparece de inmediato. Algunas personas experimentan:

  • Depresión por la pérdida de su hogar o entorno natural.
  • Sentimientos de indefensión ante futuros veranos, asociando el calor con peligro.
  • Culpa del superviviente en quienes han salido ilesos mientras vecinos o familiares han perdido más.

Este malestar no solo afecta a quienes han vivido el incendio en primera persona: comunidades cercanas y personas que ven las imágenes en medios o redes también pueden experimentar ansiedad climática, un temor constante a catástrofes naturales relacionadas con el cambio climático.

El impacto social: comunidades heridas

Los incendios no solo afectan a individuos; también transforman el tejido social:

  • Pérdida de la identidad local: en pueblos pequeños, el bosque y el paisaje forman parte de la memoria colectiva. Su destrucción afecta al sentido de pertenencia.
  • Ruptura de redes de apoyo: la evacuación forzada y la dispersión de vecinos dificultan la cohesión comunitaria.
  • Impacto económico: agricultores, ganaderos y negocios turísticos ven afectada su fuente de ingresos, generando un estrés económico que repercute en toda la comunidad.

Factores que aumentan la vulnerabilidad psicológica

No todas las personas reaccionan igual. Son más vulnerables a sufrir secuelas:

  • Niños y adolescentes.
  • Personas mayores con movilidad reducida.
  • Quienes ya tenían problemas de salud mental previos.
  • Personas que han sufrido incendios anteriores.

Estrategias para afrontar el impacto psicológico de los incendios forestales

  • Buscar apoyo profesional: la terapia psicológica especializada en trauma puede prevenir la cronificación del malestar.
  • Fortalecer la red social: mantener contacto con amigos, familiares y vecinos ayuda a recuperar la sensación de seguridad.
  • Practicar técnicas de autorregulación: respiración profunda, meditación guiada o escritura terapéutica.
  • Participar en la reconstrucción: implicarse en proyectos comunitarios de recuperación del entorno ayuda a canalizar la energía hacia el sentido de propósito.

La importancia de la prevención y la educación

Invertir en prevención no solo reduce el impacto ambiental, sino también el psicológico. Programas educativos sobre gestión forestal, simulacros de evacuación y campañas de sensibilización son claves para que la población sepa actuar con calma ante el riesgo.

Conclusión
Los incendios forestales en España son un fenómeno que, con el cambio climático, tiende a intensificarse. Aunque la atención mediática se centra en el fuego y la destrucción, las cicatrices emocionales y sociales pueden durar años.

Reconocer el impacto psicológico de los incendios forestales, pedir ayuda y fortalecer la resiliencia comunitaria son pasos esenciales para reconstruir no solo lo que se ve, sino también lo que se siente.


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Sobre el autor de este artículo

Javier Barreiro Santamarta es Licenciado en Psicología por la Universidad de Salamanca, Psicólogo General Sanitario en Salamanca colegiado nº CL-3735. Máster en Psicología Clínica cognitivo-conductual, Máster en Terapia Breve Centrada en Soluciones y Máster en Recursos Humanos.

Javier Barreiro

Javier Barreiro Santamarta es Licenciado en Psicología por la Universidad de Salamanca, Psicólogo General Sanitario en Salamanca colegiado nº CL-3735. Máster en Psicología Clínica cognitivo-conductual, Máster en Terapia Breve Centrada en Soluciones y Máster en Recursos Humanos.

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