Qué es la fatiga pandémica y cómo nos afecta
En el diario online Salamanca al día hablamos de una nueva situación psicológica que aparece como consecuencia de la Covid_19, la fatiga pandémica.
Enlace a la entrevista del periódico al final del artículo, ir al audio.
¿Qué es la fatiga pandémica?
Se trata de la sensación de apatía, desmotivación y agotamiento mental que sufren las personas debido al impacto que ha causado el nuevo coronavirus en su vida.
La fatiga pandémica se caracteriza porque la persona que lo sufre comienza a sentirse mentalmente agotado, indefenso, triste, preocupado, frustrado e irritable.
Estas emociones que pueden causar distintas afecciones como alteraciones del sueño, cambios en el apetito, además también puede afectar a la atención y a la concentración, aumentar los niveles de ansiedad, estar más irritable, puede aparecer falta de motivación para hacer las cosas que a uno le gustan, y querer apartarse de los demás.
Un alto porcentaje de la población sufre una sensación de hastío, tristeza y desazón tras tantos meses de pandemia.
Existe la sensación de que hemos perdido los hábitos que nos hacían felices normalmente y tenemos la creencia de que no los vamos a recuperar, además parece que ésta tristeza sumado al cúmulo de estrés hace que nos veamos incapaces de gestionarlo.
Cuanto más fatiga hay, más cansancio, agotamiento y también más emociones negativas o desagradables.
El hecho de estar más irritables nos va a afectar en diferentes áreas, tanto laboralmente, cómo con al familia, amigos o con la pareja.
¿Cuáles son las principales causas?
Podemos pensar en diferentes causas que originan ésta fatiga pandémica, por ejemplo los cambios en el estilo de vida relacionados con la cuarentena, la ansiedad producida por el miedo a contagiarse, las constantes noticias negativas relacionadas con la enfermedad, el temor a perder el trabajo, la soledad debida a la falta de contacto con amigos y familiares, o la sensación de desesperanza ya que parece que la situación no va a tener fin.
Qué soluciones podemos poner en marcha
- Reconoce tus emociones y permítete expresarlas.
- Retoma esos recursos que te funcionaron en su momento y que te pueden volver funcionar ahora también.
- Proponte rutinas y mantén los cuidados personales sobre la salud, el deporte que ayuda a desestresar, y una buena alimentación.
- Adáptate a la situación aceptándola y no luchando contra algo contra los que no puedes controlar.
- Acude a profesionales de la salud mental para aprender a gestionar la ansiedad y el estrés.
- Comparte tus experiencias y tus emociones con tus apoyos sociales como amigos y familiares.
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